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¿Por qué es importante conocer nuestra huella hídrica?

A la hora de dimensionar el grado de impacto que las actividades humanas causan sobre los recursos naturales es indispensable conocer cuáles son las huellas que dejamos y como éstas repercuten en el ambiente.

Por: Patricia Lafrati - Sustainability specialist.

Existe una serie de indicadores que la comunidad científica fue desarrollando a lo largo de los años para tener un registro de lo que dejamos (o no) con nuestro paso sobre la tierra. Estos indicadores son: la huella hídrica, la huella de carbono y la huella ecológica. El resultado de estos 3 indicadores nos conduce a tomar decisiones sobre el mejor aprovechamiento y cuidado de los recursos.
La huella hídrica de un individuo, comunidad o empresa se define como el volumen total de agua dulce utilizada para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o la comunidad o producidos por la empresa. “La huella hídrica es un indicador geográficamente explícito, que muestra no sólo los volúmenes de uso y contaminación del agua, sino también las ubicaciones. La diferencia que tiene con la huella de carbono es que la huella de carbono contabiliza emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relacionadas con la producción de un bien o servicio o con la operación de una organización, expresándose en impacto potencial sobre el Cambio Climático total”, explican el licenciado José Luis Pozzoli, Subgerente del Centro Regional Andino del Instituto Nacional del Agua en Mendoza y la doctora Bárbara Civit, investigadora del CONICET.
 

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Este indicador se puede medir en términos de volúmenes de agua consumidos (evaporados o incorporados a un producto) y/o contaminados por unidad de tiempo. “La huella hídrica se puede calcular para un producto en particular, para cualquier grupo bien definido de consumidores (por ejemplo, un individuo, familia, pueblo, ciudad, provincia, estado o nación) o productores (por ejemplo, una organización pública, empresa privada o sector económico)”. Es muy importante no confundir ni mezclar huella hídrica con huella de agua, no son lo mismo ni tienen el mismo enfoque. 

Conocer sobre la huella hídrica hace que tomemos conciencia del consumo de agua que se necesita en las diferentes actividades de la vida. Sirve para estar atento al valor que tiene la cantidad de agua que se consume tanto en el uso personal como en el mundo corporativo. En el área de la construcción; “La huella hídrica se calcula sobre los materiales utilizados durante la construcción, expresan Pozzoli y Civit.
 

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Estos datos, nos hacen reflexionar sobre cuáles son los materiales que menos recurso hídrico requieren, de la misma manera, que también se puede calcular la huella hídrica de los habitantes de un barrio y así medir su consumo para optimizar la utilización del agua en distintos periodos del año, como, por ejemplo, en verano, donde el recurso es escaso.
Para que tomemos conciencia sobre el consumo de agua, el dato que nos brinda la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), es que, dependiendo del tipo de dieta, los alimentos que consume diariamente una persona equivalen al uso de entre 2000 y 5000 litros de agua para su producción.
Por otro lado, tenemos que saber que los principales consumidores de agua son los sectores agropecuario e industrial, por eso algunos países tienen políticas y controles ambientales cada vez más estrictos en todos sus procesos.
Ser conscientes de la huella hídrica también contribuye a generar buenas prácticas para una Construcción Sustentable y esto nos invita a velar por reducir el impacto sobre el ciclo del agua, en todos los procesos. Lo que implica un uso racional del recurso y evitar la contaminación de napas freáticas y flujos de agua.
 

Cualquier programa de eficiencia del agua en construcción debe seguir estos principios:
-Controlar y gestionar su actual sistema de uso del agua para asegurarse de que su equipo funciona bien, en su máximo potencial y no existen fugas.
-Reducir el uso de este recurso a través de la implementación de tecnologías para que de esta manera no se ocasionen pérdidas en las construcciones.
-Minimizar el calentamiento del agua, su almacenamiento y distribución
-Reemplazar el agua potable por aguas grises o de lluvias.

Para generar conciencia diaria, tenemos algunos aportes que serán de utilidad para el cuidado de este recurso natural:
-Repara las instalaciones defectuosas que originan perdidas o fugas de agua.
-Cierra bien la canilla después de usarla.
-No dejes la canilla abierta inútilmente.
-Abrir la ducha en el momento de entrar.
-Mantener la canilla cerrada mientras te cepillas los dientes.
-No dejes perder el agua mientras haces otra actividad.
-Utiliza el lavarropas con la carga completa de ropa.
-No dejes las mangueras abiertas en el jardín.

¿Sabias?
-Las duchas de 5 minutos solo consumen 50 litros de agua. El llenado de una bañadera por persona implica un mínimo de 200 litros.
-Cerrar la canilla al cepillarse los dientes y utilizar un vaso de agua para el enjuague, permite ahorrar un 90% de agua.
-El cuidado del agua nos incluye a todos, es muy fácil y podemos hacerlo de una manera simple en nuestro hogar. ¡Los invitamos a ser parte del cambio!
 

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