Nuestro espíritu

Nos mantenemos fieles a los valores de Franz Viegener y de su hijo Francisco quienes, primero en Alemania y, luego, en Argentina, crearon productos eficientes y pensados para consumidores de todo el mundo.
Desde 1.921, de la mano de FV como empresa fundadora, Grupo FV ha trabajando ininterrumpidamente en desarrollar productos innovadores, duraderos y de calidad.

Tenemos el firme propósito corporativo de mejorar la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras y entendemos que sólo es posible a través del trabajo en equipo, la tecnología y la innovación constante.




Soluciones para la calidad de vida

Desde hace más de un siglo trabajamos para mejorar la vida cotidiana de nuestros usuarios. Entendemos que preservar los recursos naturales del planeta y el desarrollo de las personas son parte de un mismo objetivo. Una vida sustentable con confort y calidad son hoy nuestras prioridades a nivel desarrollo de producto.

Cada uno de nuestras soluciones están pensadas, diseñadas y desarrolladas por ingenieros y diseñadores propios que cuentan con los mas altos estándares de calidad y pasión por su trabajo. Trabajamos diariamente para encontrar y desarrollar productos para las necesidades de todos los usuarios haciendo foco en el diseño y la calidad de por vida con un basto catalogo de repuestos.
 

Nuestras fábricas

Comprometidos con nuestros orígenes alemanes, trabajamos en cada una de nuestras plantas de manera eficiente e innovadora siendo respetuosos de la sustentabilidad y del cuidado del medio ambiente.

Nuestros trabajadores y su salud también es de vital importancia, y se pone de manifiesto en los procesos productos que desarrollamos en cada una de nuestras fabricas en Argentina, Ecuador y China. Desde allí proveemos a toda la comunidad productos de calidad, diseño en tiempo y forma.





Hacia la sostenibilidad

Hoy repensar los ciclos productivos y la vida posterior de los productos es esencial. Ya no basta con cuidar los recursos en el proceso de fabricación, hoy debemos pensar en qué va a ser del producto una vez que haya cumplido su vida útil.

Este impulso es tanto moral como económico, ya que siendo más eficientes y reciclando ahorramos dinero, pero además reduciendo nuestra huella de carbono, hídrica y llevando al mínimo los desechos estamos pensando en un futuro más sostenible y en armonía con el planeta.